La caspa es una alteración muy común en los humanos, que puede originarse por diversos factores, como dermatitis, y agravarse por el estrés. Aunque para nosotros la solución pasa principalmente por el uso de un champú anticaspa y el cuidado del cabello en general, para nuestros perros es una historia completamente diferente. ¿Te imaginas tener caspa no solo en la cabeza, sino en todo el cuerpo?
La caspa en perros puede estar causada por alteraciones de estrés, infecciones, dermatitis, alergias, alteraciones en la humedad idónea para el perro (demasiada humedad o sequedad, dependiendo de la raza de perro y el clima idóneo para él), higiene deficiente o en exceso, presencia de parásitos o ácaros. Algunas afecciones son más serias que otras, por lo que identificar la causa de la caspa en los perros será la tarea más importante.
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¿Qué es la dermatitis seborreica y cómo afecta a los perros?
La caspa, seborrea o dermatitis seborréica es un trastorno de tipo inflamatorio, en el que las células muertas de la capa más profunda de la piel se descaman más rápido de lo habitual. La aceleración de este proceso genera un exceso que podemos ver amontonado sobre la piel, en forma de pequeñas virutas blancas.
En nuestros compañeros perrunos, podemos diferenciar dos tipos de dermatitis seborreica: la dermatitis seborreica primaria y la dermatitis seborreica secundaria. La primera, también conocida como dermatitis seborréica idiopática, tiene un carácter hereditario y crónico y afecta, sobre todo, a perros jóvenes. Las razas con predisposición a padecer este tipo de dermatitis son el springer spaniel, el cocker spaniel, el shar pei, el labrador retriever, el basset hound y el white terrier.
La dermatitis seborreica secundaria es la que se produce con más frecuencia y suele estar relacionada con otra enfermedad relativa a la piel. Las causas son múltiples: parasitarias (como sarna demodécica y leishmaniosis), deficiencias nutricionales, enfermedades autoinmunes, alergias, alteraciones endocrinas…
Mi perro tiene caspa y se le cae el pelo
Al tratarse de una alteración de los tejidos cutáneos, la dermatitis seborreica en perros puede desencadenar caída de pelo. La descamación excesiva causa una inflamación en la piel y los folículos pilosos, denominada foliculitis bacteriana. Los cambios en la inmunidad cutánea permiten que la bacteria que origina la foliculitis (Staphylococcus pseudointermedius) cause una infección, que puede ir acompañada de hiperpigmentación y alopecia.
Con el tratamiento adecuado, la foliculitis bacteriana puede solucionarse, pero si no se identifica la causa o no se ponen medidas para su control, puede convertirse en una alteración recurrente para el animal. El tratamiento incluye antibióticos y una terapia tópica, que permite aplicar directamente los principios activos sobre la piel.
Mi perro tiene caspa y costras
La caspa acompañada de costras puede deberse a una dermatitis en grado avanzado de irritación, que produce picor. Como respuesta, los perros se rascan en exceso, llegando a producir heridas que se traducen en costras. Estas también pueden producirse por infecciones, con las que hay que tener más cuidado. Acudir al veterinario para determinar el origen de esta anomalía es esencial para tratar correctamente las alteraciones de nuestro perro.
Caspa en el lomo
Si nuestro perro tiene alteraciones dermatológicas, de higiene, alimentarias o alguna patología, como hipotiroidismo o insuficiencia renal, que provoquen la aparición de caspa, el lomo será la zona más afectada. Al tener más abundancia de pelo en esa zona, se generan las condiciones adecuadas para una mayor acumulación de tejidos. Un cepillado regular con el peine adecuado para el tipo de pelo del perro puede ayudar al control de la caspa, siempre que esta no se deba a una patología subyacente.
Caspa en cachorros
En cachorros menores de tres meses, lo que percibimos como caspa puede ser, en realidad, alguna enfermedad infecciosa causada por parásitos. Un ejemplo de esto es la conocida como “caspa andante”, un tipo de sarna originada por ácaros (Cheyletiella). En el caso de la caspa andante, podemos ver una gran cantidad de escamas repartidas sobre el cuello y el lomo. En este caso, provoca picores y es contagiosa, incluso para los humanos. Se recomienda acudir a un veterinario para que lleve a cabo una desparasitación adecuada y desinfectar las zonas de la casa con las que el perro tenga contacto.
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