La relación entre los humanos y los perros siempre ha sido especial. Más allá de la lealtad y el amor incondicional que nuestros peludos amigos nos brindan, existe un aspecto que muchas veces pasamos por alto: Acariciar a un perro no solo fortalece nuestro vínculo con ellos, sino que también tiene efectos positivos en nuestra salud física y mental, al igual que para ellos.
Por eso, en este post, vamos a descubrir cómo esta sencilla acción puede ayudarnos a lidiar con el estrés, la ansiedad y, sobre todo, con momentos difíciles.
¡Sigue leyendo para saber más!
Los beneficios de acariciar a tu perro
La ciencia respalda lo que muchos dueños de perros ya saben: Acariciar a tu perro es una actividad que beneficia tanto a los humanos como a los animales. Vamos a desglosar las principales ventajas que tiene este acto para tu bienestar.
Reducción del estrés y la ansiedad
Los momentos de estrés, como el inicio del año tras las fiestas, pueden hacernos sentir abrumados. En estos casos, acariciar un perro puede ser una solución natural y efectiva para reducir estos niveles de estrés.
Algunos estudios científicos han demostrado que el contacto físico con un perro:
- Disminuye los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
- Aumenta la producción de oxitocina, conocida como la hormona de la felicidad, que promueve sensaciones de calma y bienestar.
- Ayuda a ralentizar el ritmo cardíaco y estabilizar la presión arterial, lo que contribuye a un estado de relajación.
Por eso, dedicar unos minutos a acariciar perros en un día complicado puede marcar una gran diferencia en tu estado de ánimo.
| Según los estudios publicados en AERA Open, la revista de la Asociación Estadounidense de Investigación Educativa. La investigación realizada por Patricia Pendry, hizo partícipe a 249 estudiantes con los que demostró que acariciar durante diez minutos a un perro o a un gato baja de forma significativa los niveles de cortisol. |
Alivio de la depresión
La conexión emocional que establecemos al acariciar a un perro es profunda y reconfortante. Muchas personas que atraviesan episodios de tristeza o depresión reportan sentirse más animadas y motivadas tras pasar tiempo con sus perros. Esto se debe a que el acto de acariciar un perro fomenta la liberación de endorfinas, sustancias químicas que producen placer y alegría.
Mejora de la salud física
Aunque parezca sorprendente, acariciar a tu perro también puede tener efectos positivos en tu salud física, como por ejemplo:
- Fortalecimiento del sistema inmunológico: El contacto frecuente con un perro puede aumentar tu resistencia a ciertas enfermedades.
- Reducción de la presión arterial: Las personas que acarician perros regularmente tienden a tener una presión arterial más baja, lo que reduce el riesgo de problemas cardíacos.
Fortalecimiento del vínculo humano-animal
Los perros tienen un número limitado de palabras, o de órdenes que pueden entender. Pero de lo que no hay duda es que todos los animales entienden las caricias a la perfección, las valoran y las buscan.
Acariciar a un perro es otra manera de comunicarse con los animales y mucho más efectiva que las palabras para demostrar nuestro afecto. El contacto físico fortalecerá la confianza y la relación con tu perro.
Lo primero que necesitas antes de prodigar cariño y ternura a tu perro es saber cuál es el significado que él podrá interpretar de cada caricia. No es necesario que tengas amplios conocimientos de etología animal, pero sí es importante que sepas de qué manera establecer una comunicación no verbal con tu perro.
Además, las caricias no solo ayudan a mejorar la comunicación, sino que también crea una relación de confianza mutua. Los perros, al sentir nuestro tacto, también liberan oxitocina, lo que les hace sentir seguros y amados.
A propósito de todo lo anterior, ilustramos en esta infografía las señales que comunican que tu perro te quiere ¿reconoces algunas?
¿Por qué acariciar a tu perro es especialmente beneficioso en momentos difíciles?
Durante épocas de mayor estrés, como por ejemplo la cuesta de enero, buscar formas naturales de relajación es fundamental.
Muchas personas enfrentan situaciones económicas y emocionales delicadas durante esta época del año, lo que puede generar ansiedad acumulada. Por eso, acariciar a un perro se convierte en un recurso sencillo y accesible para:
- Reconectar con el presente y reducir pensamientos negativos.
- Sentirse acompañado y comprendido, ya que los perros son excelentes detectores de emociones humanas.
- Crear una rutina que implique momentos de cuidado mutuo, algo esencial en momentos de incertidumbre.
Cómo acariciar a tu perro de manera correcta para maximizar los beneficios
Aunque a nosotros nos encante acariciar a nuestros perros, y nos traiga múltiples beneficios, es importante saber que no todos los perros disfrutan de las caricias de la misma manera.
Para que este momento sea placentero tanto para ti como para tu mejor amigo, es importante seguir algunas recomendaciones:
Identifica las zonas favoritas de tu perro
A la mayoría de los perros les encanta ser acariciados en ciertas áreas específicas, como por ejemplo:
- Detrás de las orejas.
- El pecho.
- La parte superior del cuello.
- La base de la cola.
Por otro lado, es importante evitar tocar algunas zonas que son sensibles para ellos, como las patas o la barriga, especialmente si tu perro no está acostumbrado a ello.
Respeta su lenguaje corporal
No todos los perros están siempre de humor para recibir caricias. Aquí, observar su lenguaje corporal para saber si están disfrutando es clave. Si notas que al acariciar a tu perro, se aleja, gira la cabeza o muestra signos de incomodidad, respeta su espacio.
Establece un momento tranquilo
Busca un espacio cómodo y tranquilo donde ambos podáis relajaros. Puedes aprovechar después de un paseo o al final del día, cuando tanto tu perro como tú estéis relajados y calmados.
Beneficios para tu perro
Acariciar a un perro no solo tiene ventajas para ti, sino también para él. Entre los principales beneficios para tu compañero peludo se encuentran:
- Reducción de la ansiedad: Los perros también pueden sufrir de estrés, ya sea por ruidos fuertes, cambios en su entorno o la ausencia de sus dueños. Las caricias les ayudan a relajarse y sentirse seguros.
- Fortalecimiento de su confianza: Esto es especialmente beneficioso en perros adoptados o con un pasado traumático, ya que las caricias pueden ser una herramienta poderosa para ganar su confianza.
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- Estimulación mental y física: Acariciar perros también estimula su circulación y les brinda una sensación de bienestar.
Otros momentos ideales para acariciar a tu perro
Aunque cualquier momento es bueno para acariciar a un perro, hay situaciones específicas en las que este acto tiene un impacto aún mayor:
- Antes de dormir: Las caricias pueden ayudar a tu perro a relajarse antes de la hora de acostarse, promoviendo un sueño más reparador.
- Después de un paseo o ejercicio: Tras hacer ejercicio en el jardín, o tras jugar en casa o al aire libre, las caricias pueden ayudar a calmarlo y a reforzar el momento positivo del paseo o del deporte.
- En momentos de estrés: Si notas que tu perro está nervioso, como durante una tormenta o fuegos artificiales, unas caricias suaves pueden calmarlo.
En conclusión, acariciar a un perro es mucho más que un simple acto de amor hacia tu peludo; Es una práctica que beneficia tanto tu salud mental como física. En momentos difíciles dedicar tiempo a acariciar perros puede ser una herramienta poderosa para encontrar calma y equilibrio.
Así que, la próxima vez que veas a tu perro relajado cerca de ti, tómate un momento para disfrutar de este gesto. No solo fortalecerás vuestro vínculo, sino que también estarás cuidando de tu bienestar de una manera natural y efectiva. ¡Tu perro y tú os lo merecéis!
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