Si estás acostumbrado a convivir con mininos sabrás de sobra que a los gatos les encanta dormir y estar limpios ¿Y cómo se aseguran de esto último? ¡Dedicando mucho tiempo a su aseo! Desafortunadamente, la devoción al arreglo de los felinos tiene un gran enemigo: las bolas de pelo. En este post te contamos qué son y cuáles son sus síntomas.
¿Qué son las bolas de pelo de gato?
¿Te has fijado alguna vez cómo es la lengua de los gatos? Seguro que te ha llamado la atención su textura cuando tu gato te ha lamido alguna vez. La lengua de los gatos está protegida por un tejido erizado. Esta particularidad hace que los pelos se queden incrustados en ella cuando los gatos se están aseando (obligando al gato a tragárselos). El problema empieza cuando se acumulan demasiados, ya que pueden formar un bloqueo en la garganta o el estómago de tu gato.
A simple vista, las bolas de pelo de gato pueden parecerse a lo que recoges normalmente en su arenero. Sin embargo, al examinarlas más de cerca, notarás que en realidad son una masa pegajosa de pelos y jugos digestivos.
Las bolas de pelo son desagradables para ti y para tu gato:
- Cuando las vomita, especialmente si las encuentras esparcidas fuera de la caja de arena, en una alfombra o en algún mueble.
- Sin embargo, cuando no las elimina, pueden llegar a ser muy peligrosas para su salud.
¿Cómo saber si mi gato tiene bolas de pelo?
Cuando se le formen bolas de pelo, tu gato comenzará a mostrar signos de angustia. Los más notables son los siguientes:
Letargo. Los felinos pueden ser más o menos perezosos; sin embargo, la simple pereza y el letargo son dos cosas muy diferentes. Este último hace que el gato parezca no solo desinteresado sino también enfermizo. Si se muestra así, ya tienes una razón para preocuparte.
Pérdida de apetito y peso. Si tu minino se niega a comer durante varios días, presenta vómitos y empieza a perder peso, es síntoma de que algo malo ocurre.
Estreñimiento o diarrea frecuente. El cuerpo del gato intentará eliminar la causa del malestar a través de las heces. Sin embargo, si la bola de pelo se ha vuelto demasiado grande, se presentarán cuadros de diarrea o estreñimiento.
Hinchazón. A medida que la obstrucción de la bola de pelo siga creciendo, notarás una protuberancia alrededor de la garganta o el estómago de tu gato.
Las bolas de pelo son muy molestas para tu gato. Una reacción rápida con una visita a una de las clínicas veterinarias Kivet puede salvar la vida de tu amigo felino. También puedes leer este post donde te damos una serie de remedios para evitar las bolas de pelo en los gatos.
¿Aún no tienes claro cuáles son los síntomas si tu gato tiene bolas de pelo? En este vídeo de nuestro canal de YouTube nuestra compañera Laura te ayuda a identificarlos para prevenir riesgos en el futuro.
¿Tu gato ha tenido problemas con las bolas de pelo? ¿Qué síntomas detectaste y qué tratamiento funcionó? ¡Comparte tu experiencia con nosotros en los comentarios!