Siempre es emocionante incorporar una nueva mascota a tu vida, excepto quizás cuando tienes que presentarla a otro animal que ya vive en casa. El problema se acentúa especialmente cuando se trata del perro y el gato. En este post te damos algunos consejos para dar los primeros pasos a la hora de presentar a un perro y un gato o viceversa.
¿Cómo hacer que se lleven bien un perro y un gato?
Los primeros días de convivencia serán determinantes para los animales de cara al futuro. No es lo mismo tener una entrada idílica y triunfal que una traumática. Sigue estos consejos en el momento de presentar a los dos animales.
Vigila al perro
A la mayoría de los perros les gusta jugar a perseguir cualquier cosa que se mueva rápidamente. Por lo tanto, si un gato se asusta y corre, un perro siente que tiene que correr detrás de él. De modo que si sospechas que tu perro se va a comportar así, contrólalo con la correa porque de lo contrario, podrían salir lesionados.
Espacio y distancia
Tanto si tu gato es el nuevo como si es el veterano en el hogar, asegúrate de que pueda correr y esconderse si quiere. El gato necesita poder moverse libremente. Las puertas para bebés pueden ser una solución para ayudarte a presentar gradualmente a tus mascotas, una barrera te ayudará a minimizar el posible peligro.
La edad puede marcar la diferencia
Cuando llega una nueva mascota al hogar, la juventud puede ser un punto a favor. Esto se debe a que los cachorros son mucho menos peligrosos para los gatos adultos, y los gatitos pueden ser bastante intrépidos con los perros adultos.
Sin embargo, no bajes la guardia y sigue alerta los primeros días. Ten en cuenta que cuando presentas a un gatito o a un cachorro puede que sea conveniente prolongar el tiempo de separación o extender su periodo de supervisión porque los gatitos tienden a escabullirse (algo demasiado tentador para los perros) y los cachorros son demasiado juguetones y podrían molestar al gato.
Cosas que no debes hacer cuando presentas a un perro y un gato
A continuación, te exponemos tres errores comunes que no debes cometer cuando presentas a gatos y perros.
- Forzar la proximidad física: coger a tu gato y sostenerlo en la cara de tu perro a modo de introducción, tentará a tu gato a arañar al perro. Deja siempre que el gatito decida cuándo se quiere acercar al perro.
- No preparar a tu mascota para el cambio: es conveniente hacer cambios como mover el arenero del gato, poner una puerta para bebés o cerrar ciertas puertas antes de que lleves a la nueva mascota a tu hogar. De esta manera, el animal que ya vive en casa tiene la oportunidad de acostumbrarse a los cambios antes de que aparezca un nuevo compañero de juegos.
- No pensar en la reacción de tu mascota. Trata de pensar en los cambios que estás haciendo en tu casa desde la perspectiva de tu mascota. Por ejemplo, ten en cuenta que si mueves el arenero de sitio y el gato tiene que pasar al lado de la cama del perro para llegar a él, el perro puede molestarle en su camino y va a suponer un episodio estresante para el gato.
¿Cuándo pedir ayuda?
Si tienes suerte, tu nueva mascota estará cómodamente instalada en casa en poco tiempo, aunque es más probable que este proceso lleve días o algunas semanas.
Si al volver a casa, una de las mascotas siempre se esconde, o si tu perro está mostrando un comportamiento protector con su territorio, gruñendo por su comida o está siendo agresivo con tu gato, busca ayuda.
No esperes hasta que una de las dos mascotas salga lastimada. Acude a tu clínica veterinaria para hablar con un profesional especializado en comportamiento animal.
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