¿Qué sucede cuando entras a una casa y te encuentras con el delicioso olor de tu comida favorita? Probablemente vas directamente hacia la cocina, especialmente si tienes hambre. Debido a que la mayoría de los perros disfrutan de los mismos tipos de alimentos que nosotros, no es sorprendente que también se sientan atraídos por los buenos olores. Sin embargo, a muchas personas no les gusta cuando se sientan a la mesa a comer y se encuentran bajo la intensa mirada de sus perros esperanzados y babeantes. En este post te vamos a dar una serie de consejos para que tu perro no mendigue comida en la mesa.
Trucos para que tu perro no te suplique por la comida
No puedes culpar a tu perro por mendigar en la mesa, es uno de los problemas más comunes de disciplina en los perros. Pero si quieres cambiar su comportamiento, puedes hacerlo usando una o varias de las siguientes tácticas:No le des comida a un perro que pide. Este consejo puede parecer de sentido común, pero te sorprenderías de la poca gente que lo cumple cuando mira a los ojos de su querido compañero canino. Esa mirada tierna es una herramienta eficaz contra ti, y tu perro lo sabe. ¿Por qué? ¡Porque ha funcionado antes! Dar alimento es una forma de afecto, y dar afecto refuerza la conducta que lo precede. Tu perro ha aprendido que, si pide limosna, ¡consigue comida! Ponte firme y empieza una nueva tendencia. Encuentra la fuerza de voluntad para retener esa comida, y tu perro aprenderá que no puede esperar recompensas por su comportamiento de mendicidad.
Ignora al perro que pide. Mendigar es un comportamiento que busca llamar la atención. En lugar de ceder a las demandas de tu perro, ignóralo y demuestra a tu perro que no obtiene resultados. Cuando hablas con tu perro, le das cariño o simplemente haces contacto visual directo, estás alimentando su estado mental. En su lugar, prueba a no tocar, no hablar y no mirar.
No sientas pena por tu perro. Tu perro está bien alimentado. No está en peligro de morir de hambre si no le das esas sobras de la mesa, así que no te compadezcas de él cuando te muestre esos ojos penosos y te ponga una pata en la pierna. Mejor asegúrate de que le das la cantidad de alimento adecuada a tu perro y si tienes dudas, habla con tu veterinario.
Grandes dosis de disciplina por parte de todos los miembros de la familia. En cualquier tipo de formación, la coherencia es la clave del éxito. Para que tu perro aprenda que su comportamiento de mendicidad es ineficaz, tiene que serlo el 100% del tiempo. La aplicación inconsistente de las reglas conduce a un perro obediente a desorientarse. Asegúrate de que cada miembro del grupo familiar entienda y haga cumplir las mismas reglas.
Ten paciencia. Pocos perros cambian de la noche a la mañana. Si has seguido estos consejos al pie de la letra y tu perro sigue mendigando, ¡no desesperes! Mantente constante y no te rindas. ¡Tu recompensa será un perro con mejor comportamiento!.
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