A veces, los lazos familiares son difíciles de romper, sobre todo habiendo vivido situaciones complicadas como el abandono.
La historia de abandono no es desconocida para Barny y Maya, dos perritos que acabaron solos en el monte gallego, donde una protectora los rescató y los ubicó en el programa de adopciones de Kiwoko en Marineda (A Coruña).
Ambos llegaron muy delgados y asustados, aunque gracias a los cuidados del equipo lograron recuperarse. En ese equipo se encontraba Sara, que se enamoró de Barny nada más conocerle. Curiosamente, la pareja de Sara se enamoró de Maya y, al ver que estaban tan unidos que no se podían separar ni para que les revisara un veterinario, decidieron adoptarlos juntos.
Sara y su pareja sabían que no podían separarlos y, aunque ya tenían una cobaya llamada Stich, y a su otro perro, Aslan, no dudaron ni un segundo en darles su hogar definitivo. Aunque Aslan y Maya no se llevaron bien en un principio, ahora son inseparables y forman una familia unida y numerosa.
En Kiwoko unimos fuerzas con asociaciones y protectoras para fomentar la adopción y acabar con el abandono. Si quieres beneficiarte de la mejor compañía y hacer crecer la familia, pásate por nuestra plataforma Kiwokoadopta.org