En Kiwoko trabajamos incansablemente para ayudar a que todos los animales que no lo han tenido fácil puedan tener una segunda oportunidad, gracias a la labor que lleva a cabo conjuntamente con las más de 300 protectoras locales con las que colaboramos.
Por eso, no hay nada que nos guste más que una bonita historia de adopción. Por eso las atesoramos con mucho cariño, y como nos encanta compartir y comunicar, hoy queremos que sean sus protagonistas los que os cuenten algunas de las historias de adopción que más nos han tocado el corazón ¡Allá vamos!
Llevaba tiempo buscando una perra de las catalogadas como PPP (perro potencialmente peligroso).
Era una tarde de sábado e iba a ir al cine con mi novia no sin antes pasar por Kiwoko para comprar un producto que había visto en la web y, entonces, como tradicionalmente hacíamos, fuimos a ver los animalitos que había en adopción. Y allí estaba él durmiendo, como cualquier cachorro.
Al principio lo confundí con un boxer pero mi novia sabía qué raza era y entramos en un debate hasta que despertó y nos sorprendió saber que era un American Staffordshire Terrier y, aunque habíamos pensado en una perrita y él era macho, nos lo tuvimos que llevar.
Javier y Judith
Mi amigo Yanko, el grandullón de ojillos tristes, lo da todo a cambio de nada y por eso le queremos tanto.
Nada más entrar en Kiwoko vi a Yanko durmiendo; era una bola blanca chiquitita y enseguida le dije a mi padre que lo quería.
Desde entonces, aparte de crecer mucho, me ha dado muchas alegrías y por eso le quiero tanto
Nicolás
Familia Castroviejo Núñez de Arena
Un día entré en Kiwoko y vi ocho cachorros en adopción, pero Kira llamó mi atención y en ese momento supe que estábamos predestinados.
Muchas gracias por Kira, nos habéis hecho la vida más feliz y bonita.
Nicolás