La adopción animal es un acto de compromiso que le da un giro increíble a la vida de un animal adoptado y al adoptante. Todo ello sucede gracias a la conexión que se genera entre ambos seres y, para hablar sobre ese lazo, hoy te contamos la historia de Mac, un lindo gatito naranja, y Cristina, su nueva compañera de vida.
¡Conoce su historia!
La llegada inesperada de tres felinos
En marzo de 2015, Cristina, asistente técnica veterinaria (A.T.V.), recibió en el centro de adopción de Kivet Castellón a una familia de 3 gatitos con aproximadamente 4 semanas de vida. Dentro de ellos se encontraba Mac.
Con el paso de los días, fue una alegría ver que los hermanitos de Mac captaban la atención de los visitantes y, en poco tiempo, encontraban un nuevo hogar para cada uno. Sin embargo, a pesar de su buen carácter y ser un felino muy noble, Mac no tenía la misma suerte. Le tocó ver cómo sus hermanitos encontraban un nuevo hogar, mientras él seguía esperando su oportunidad.
Un vínculo especial de amistad
Con el pasar de los días, mientras esperaban una familia adoptante, Cristina y Mac empezaron a crear un vínculo de amistad.
Cada vez que ella pasaba cerca del corralito de adopción, este pequeño gatito le maullaba insistentemente, llamándola para que lo sacara y le permitiera ver los peces y pajaritos que se encontraban en la tienda.
Cristina sentía que el destino estaba haciendo su magia, y cada día se convencía un poco más de que quizá ellos estaban predestinados a encontrarse y ser parte de la vida del otro.
En palabras de Cristina: “Empecé a entender, cuando nadie se interesaba por él, que estábamos predestinados. Él me buscaba cada día a través del corralito de adopción. Le encantaba que le cogiese en bracitos y pasar conmigo la mayor parte del tiempo posible.”
La decisión más importante
Una tarde, después de una jornada de trabajo, Cristina decidió tomar una decisión que sin duda cambiaría su vida y la de Mac. Mientras comía con su novio, la conversación giró hacia la situación del gatito y Cristina pudo expresar lo mucho que significaba para ella. ¡Estaba dispuesta a ofrecerle un hogar definitivo!
Su pareja aceptó la idea y, en medio del restaurante McDonald's, tomaron la decisión de adoptar al felino, al que, en honor al lugar donde tomaron la decisión, llamarían Mac.
Hoy este lindo gatito tiene un nuevo hogar lleno de amor, mimos y mucho cariño. Además, comparte grandes aventuras junto a nuevos compañeros felinos que también forman parte de esta familia.
Cristina nos habla un poco de la convivencia: "Tengo tres peluditos gatunos. Actualmente, Mac comparte casita con “Mac Yuffie” una gata negra de 16 años, la cual tiene una relación preciosa con ella; y “Pirata” un gatete blanco y negro rescatado. Tiene 4 añitos. Se lleva bien con Mac, pero es muy miedoso y él prefiere ir más a su bola".
La historia de Mac nos recuerda lo vulnerable que es la vida de los animales y cómo una decisión puede cambiar el rumbo de su destino. Al adoptar, no solo se salva una vida, sino que también se recibe el amor incondicional y la gratitud de un ser noble que solo espera recibir el mismo cariño que entrega.
En Kiwoko unimos fuerzas con asociaciones y protectoras para fomentar la adopción y acabar con el abandono. Si quieres beneficiarte de la mejor compañía y hacer crecer la familia, pásate por nuestra plataforma Kiwokoadopta.org ¡Y no te pierdas antes nuestro post "Todo lo que debes de saber antes de adoptar!