Jerbos, sus cuidados y necesidades

Es probable que en más de una ocasión hayas oído hablar de los jerbos y que, sin embargo, apenas conozcas a estos pequeños y simpáticos roedores. 

Pertenecen a la familia de los múridos, como las ratas y ratones, con los que comparten rasgos como ser de tamaño pequeño (alcanza hasta 13 centímetros de longitud) y tener un hocico y una cola alargados (esta última ocupa aproximadamente el 50% de su cuerpo). Con todo, algunas de las características propias de estos roedores es que mientras sus patas traseras son largas, las delanteras son ligeramente más cortas.

Su hábitat natural son los desiertos del norte de África, Europa oriental y Asia, concretamente los túneles que excava bajo este tipo de suelo, para así resguardarse de las temperaturas extremas.

En lo que respecta a su carácter, el jerbo del desierto destaca por ser inteligente, rasgo por el que durante años fue utilizado en pruebas de laboratorio. Finalmente, su carácter afable hizo que terminara siendo adoptado como mascota. Además, es curioso y trata de comunicarse a través de pequeños ruidos.

Y ahora que tienes una mayor idea sobre estos pequeños roedores, descubre más sobre los tipos que puede haber de este animal, el comportamiento que tiene, la alimentación que necesita y las necesidades que requiere, entre otros aspectos.

Tipos de jerbo

A continuación te mostramos algunos de los tipos de jerbos más extendidos y populares:

• Jerbo mongol: uno de los más comunes. Se distinguen por tener los ojos grandes, entre otros rasgos. En función del color de su pelaje, puede haber distintas variedades de este pequeño roedor, como el jerbo negro. Por lo general, es un animal social y fácil de manejar.
• Jerbo egipcio o jerbo pigmeo: también llamado canguro enano o ratón de las pirámides, lo que caracteriza a esta variedad es su aspecto físico: unas orejas grandes que les sirven para regular la temperatura y unas patas largas preparadas para saltar con gran facilidad, entre otros rasgos.
• Jerbo de orejas largas: considerado por los expertos como el animal con las orejas más grandes en relación con el tamaño de su cuerpo.
• Jerbo de cola gorda: su propio nombre indica el rasgo que lo hace diferente al resto. Los expertos consideran que son la especie más dócil.
• Jerbo pálidos: su cuerpo es más corto y su cola más larga. Además, su pelaje es más fino. 
• Jirds de shaw: una de las variedades más grandes.

Comportamiento de los jerbos

Como mascota, el jerbo es un animal con gran capacidad para adaptarse a diferentes entornos, teniendo una esperanza de vida media de unos cinco años.

Pese a ser sociable y juguetón, conviene tener cuidado a la hora de manipular a los jerbos para que no se asusten y reaccionen de forma agresiva. De hecho, es importante no agarrarles de la cola, ya que puede desprenderse de su cuerpo y no vuelve a crecer. Además, sus oídos son extremadamente sensibles, por lo que también es aconsejable no elevar demasiado la voz.

Otro rasgo característico de un jerbo como animal doméstico es que es muy limpio y tiende a acicalarse. Cabe destacar que no desprende olor y que hasta busca un lugar apartado para hacer sus necesidades. 

Con todo, es un animal que necesita mantenerse activo, de modo que se recomienda que su jaula disponga de elementos para jugar, trepar o esconderse. Sin embargo, debes evitar proporcionarle obstáculos que estén hechos de plásticos, ya que los roerá hasta destruirlos.

Jerbos bebés

Resulta curioso mencionar que este pequeño roedor tiene el récord de apareamiento por hora en todo el reino animal. Sus camadas pueden llegar a los diez jerbos bebés aunque lo común es que superen la cifra de cinco o siete. Con todo, nacen ciegos y sordos, además de calvos, por lo que sobreviven gracias a su madre, que terminará de destetarlos transcurridos unos treinta días.

Alimentación adecuada para un jerbo doméstico

El jerbo doméstico se alimenta principalmente de mezclas de semillas y cereales, como alpiste, linaza, sésamo, cebada, avena, maíz y trigo; además de frutas y verduras frescas como manzanas, zanahorias, acelgas, judías verdes, coliflor y pimientos, entre otros muchas. Pese a todo, hay que evitar que los jerbos coman pipas de girasol, que contienen mucha grasa, y también otros alimentos como las pasas, las uvas, las fresas y el melón.

Una cucharada de su pienso al día bastará para mantenerlos debidamente alimentados, teniendo en cuenta además que su dieta tiene que ser variada, de modo que conviene ofrecerles frutas y verduras en días alternos. Incluso los snacks en forma de barrita son una opción saludable. Con todo, es fundamental que siempre disponga de agua.

Lecho y limpieza de los jerbos

Dado que es un animal que tiende por instinto a esconder la comida bajo el sustrato, es recomendable mantener la jaula de los jerbos limpia para evitar la proliferación de patógenos y el consecuente mal olor.

Otro aspecto a valorar para mantener cuidada su jaula, es que el sustrato sea de capa gruesa, permitiéndoles escarbar, algo que les encanta. Una opción para su lecho es el sustrato de papel procesado, siempre que no lleve ningún tipo de tinta, o el choclo molido. De cualquier forma, es fundamental evitar el sustrato de virutas de pino o de cedro, dado que son perjudiciales para su salud.

Jaulas y accesorios adecuados para los jerbos

Finalmente, es importante disponer de una jaula para este pequeño roedor. Existen diferentes modelos: con varios pisos de altura, con niveles en el interior que a su vez están conectados por rampas y túneles, con barrotes horizontales, de plástico con bandejas desmontables, jaulas modulares para crear laberintos…

Por otro lado, otra alternativa son los acuarios de cristal, que son utilizados como terrario. Están abiertos por el techo y se les puede añadir una buena capa de lecho con la que los jerbos se entretengan escarbando. 

Incluso existe la posibilidad de contar una jaula especial para roedores que mezcla terrario y jaula. En su primer piso el suelo está lleno de sustrato y una rampa conecta con el segundo piso, donde el animal tiene que contar con diferentes entretenimientos.

Y en lo que respecta a los  juguetes, estos pueden ser masticables, y así mantener una buena salud bucodental mientras se evita el sobrecrecimiento de sus dientes; sin olvidar las plataformas y las escaleras, los columpios, las ruedas, los balancines, las hamacas y los puzzles, con los que el jerbo se mantenga estimulado física y mentalmente.