La hora del paseo es uno de los momentos más esperados y emocionantes para los perros. Cuando un perro ve a su dueño acercarse a la correa, comienza a mover el rabo y a dar vueltas a su alrededor entusiasmado. Sabe que ha llegado el momento de bajar a la calle. Sin embargo, los paseos no resultan igual de estimulantes y excitantes para todos los perros.
En algunas ocasiones, este instante supone un gran malestar para el animal. El paseo se convierte en una experiencia negativa que le genera miedo, comienza a temblar, se esconde y mete el rabo entre sus patas. Si estas reacciones son habituales en él, posiblemente te preguntes: “¿por qué mi perro tiene miedo a la calle?”
Mi perro tiene miedo a la calle: causas
El miedo es una emoción muy intensa que pone en alerta al perro cuando percibe un peligro. A raíz de ella, surgen de manera automática una serie de reacciones que promueven la supervivencia. Esta emoción cumple una función muy importante. Sin embargo, en algunas ocasiones la alarma de alerta se dispara ante estímulos que no son peligrosos o dañinos, pero que el perro interpreta como tal. Esto puede pasar por diferentes motivos:
- Experiencias previas negativas: es posible que tu perro sienta miedo a salir a la calle si anteriormente se ha visto expuesto a alguna situación que le haya asustado o en la que haya experimentado sensaciones negativas. Algunas de las cosas que le han podido provocar esta reacción pueden ser un fuerte ruido, perderse, un enfrentamiento con otro perro, etc.
- Experiencia traumática: es habitual que un perro tenga miedo a la calle si ha experimentado una situación traumática previa. Si ha tenido una mala experiencia, este evento puede quedar grabado en su mente y generalizarse al resto de situaciones. De este modo, se sentirá inseguro y experimentará miedo cada vez que salga a la calle.
- Mala socialización: en ocasiones, los perros presentan problemas y dificultades para relacionarse con otros perros. Si tu perro tiene miedo de salir a pasear, puede que sea porque no comparte el lenguaje y las señales de comunicación de otros miembros de su especie. Esta situación puede aparecer porque de pequeño no se ha acostumbrado a estar y socializar con otros perros.
- Es un cachorro: Muchos perros tienen miedo a la calle cuando son pequeños. Es normal que los cachorros se sientan más inseguros fuera del hogar y expresen miedo. Se encuentran en una etapa de descubrimiento y, en ocasiones, pueden experimentar esta emoción ante elementos que les resultan desconocidos.
- Estrés: los perros que tienen estrés pueden experimentar miedo en mayor medida. Esto ocurre porque el estrés mantiene al animal en alerta y cualquier estímulo, por mínimo que sea, dispara la alarma de peligro.
Es importante identificar la causa que provoca una reacción de miedo en tu mascota. De esta manera, será más sencillo resolver la situación y poner en práctica ejercicios específicos para solucionarlo con algunas pautas que puedes adoptar para que reduzcas el miedo que siente tu perro a pasear.
¿Qué hacer si mi perro tiene miedo de salir a pasear?
Eliminar el miedo de los perros es una de las tareas más complicadas que hay. Como se ha indicado, esta emoción es muy intensa y cuenta con una función muy importante. Es normal que, si ha experimentado esta reacción ante un estímulo, generalice su respuesta a estímulos y situaciones similares. Por ello, si tu perro tiene miedo a la calle, es importante armarte de paciencia e invertir el tiempo necesario para erradicar el miedo. Algunas de las cosas que pueden ayudarte son:
Progreso gradual
El trabajo para reducir el miedo de un perro a la calle debe ser progresivo. Si has identificado un elemento concreto que le dé miedo, es conveniente hacer una escala con diferentes niveles de intensidad, de menor a mayor. Para empezar, sitúate a varios metros de distancia de dicho estímulo y permanece durante un rato mientras realizas algún ejercicio de atención con él. Repite este paso los días que haga falta hasta que notes que el miedo disminuye.
Poco a poco, de manera muy progresiva, según tu amigo vaya mostrando mayor control, ve acercándote a dicho estímulo. Es importante que lo hagas de manera prudente para que no haya un aumento del miedo.
Pasear por zonas diferentes y tranquilas
Si tu perro tiene miedo a la calle, otra de las cosas que puedes hacer al principio es buscar zonas que resulten menos estresantes para él. Busca parques o zonas que resulten agradables y tranquilas. De esta manera, el animal aprende a asociar sensaciones positivas a la calle, reduciendo así un poco el miedo que experimenta al salir a pasear.
Convertir en bueno lo malo
Esta técnica hace referencia al contra condicionamiento. Consiste en asociar los estímulos valorados como negativos a sensaciones positivas. Para ello, cuando aparezca el elemento conflictivo, puedes dirigir su atención hacia a ti y ofrecerle un trozo de carne o una chuche. De esta manera, te muestras tranquilo y él aprende, poco a poco, que ese estímulo no es peligroso.
Evitar el consuelo
Las conductas de consuelo, aunque intenten mostrar que estás a su lado y le proteges, no son buenas si tu perro tiene miedo a la calle, ya que son valoradas de manera muy diferente por ellos. Ante este tipo de reacciones, los perros sienten que hay algo por lo que preocuparse, lo que acaba confirmando y reforzando su miedo.
Por ello, intenta mostrarte tranquilo y sereno, transmitiendo seguridad y actuando con normalidad. En todo caso, redirige su atención hacia otro estímulo, pero no le consueles.
Ayudar a gestionar sus emociones
Combatir el miedo de tu perro a la calle no es fácil. No es tan sencillo como exponerle una vez a la situación y que se le pase. Es necesario dotar a tu amigo de herramientas y recursos que le permitan gestionar esa emoción. Para ello, es importante que se sienta seguro. Desde esta seguridad, poco a poco puede comenzar a sentir que tiene bajo control el miedo y este puede ir disminuyendo. Para ello:
- Su referente debe ser sólido, coherente y positivo. Es necesario que, como líder, te muestres tranquilo y estable a la hora de manejar las situaciones. Esto aporta mayor sensación de seguridad y confianza en tu perro.
- Crea un círculo de seguridad y amor: consiste en llevar a tu amigo a tu lado, pero sin necesidad de ir tirando de la correa. De esta manera, puedes observar el entorno y anticiparte si existe algún estímulo conflictivo para él.
- Redirigir el foco atención: ante la aparición del estímulo conflictivo, puedes dirigir la atención de tu perro a otro estímulo. Por ejemplo, puede ser una chuche o algo que le guste.
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Ayudante Técnico Veterinario especializada en etología canina
Los animales me fascinan desde que tengo uso de razón. Compagino mi trabajo como redactora en Kiwoko con el voluntariado en protectoras, santuarios y reservas. He participado en numerosos seminarios y cursos, teniendo la suerte de haber asistido a todo tipo de eventos relacionados con el mundo animal.