5 consejos para que niños y perros convivan de forma segura

5 Consejos para que niños y perros convivan de forma segura

¿A quién no le gusta compartir su vida con niños y animales? Sin duda son los que más alegría y felicidad traen a nuestros hogares. Si además tenemos en cuenta que las mascotas aportan muchos valores positivos a los niños ¡se convierten en un tándem ideal! Eso sí, siempre hay que tener en cuenta la seguridad, un factor fundamental en cualquier interacción niño-animal.

Si tienes niños y perros en casa, te interesará tomarte un momento para leer este artículo y asegurarte de que estás tomando las precauciones adecuadas para mantener a todos a salvo.

Fomenta las interacciones seguras entre los niños y las mascotas

Todos sabemos que cuando un perro está en estado de ansiedad, hay más posibilidades de que pueda mostrar algún comportamiento agresivo. Especialmente con personas desconocidas Por esta razón:

Importante

Nunca hay que dejar a los niños y a los perros juntos sin supervisión (sobre todo cuando no se conocen).

Consejos para garantizar la seguridad de los niños y los perros

Si ambos conviven en el día a día, te damos algunas precauciones que puedes tomar para garantizar la seguridad tanto de los perros como de los niños.

Tómate tu tiempo en presentarlos

Tal vez uno de los errores más grandes que puedes cometer con respecto a la seguridad entre niños y mascotas es asumir que los niños sabrán cómo comportarse con un perro. Tanto los niños, como los perros, necesitan aprender cómo interactuar apropiadamente entre ellos.

Si los niños no están familiarizados con el perro, charla con ellos y explícales cómo deben relacionarse con él. Hay dos reglas esenciales que los niños deben aprender.

  • La primera es que cuando saludan al perro, deben esperar a que el perro sea el que tome la iniciativa en acercarse a ellos. No deben correr hacia el perro y nunca deben poner su cara delante de la de él. Es mejor que extiendan las manos y dejen que el perro las olfatee como saludo.
  • La segunda es enseñarles cómo acariciar a un perro. Algunos perros prefieren el lomo y otros que les rasquen detrás de las orejas. También les debes enseñar que a los perros no les gustan los abrazos.

No ignores las señales de estrés del perro

Los perros tienden a estar más relajados cuando tienen una rutina diaria. Un perro que normalmente se lleva bien con los extraños podría no reaccionar tan bien cuando hay música de fondo y mucho jaleo en la casa. También cuando los niños hacen gestos repentinos, que puedan asustarle o incluso causarle algún daño.

Para evitar problemas y garantizar la seguridad de los niños y las mascotas, presta atención siempre al lenguaje corporal de tu perro. Si hay más de un niño corriendo por ahí, quizás sea buen momento para darle a tu perro un respiro.

No les quites ojo

Aunque los perros bien adiestrados suelen tener más de autocontrol que los cachorros jóvenes o los perros no adiestrados, la seguridad de los niños nunca está garantizada, especialmente cuando se trata de perros extraños. Incluso un perro bien adiestrado podría reaccionar si se le empuja, se le tira de la cola o se le agobia demasiado.

Por tanto, siempre que los niños y los perros estén juntos, un adulto debe estar en el área vigilando el comportamiento de todos, y tanto al niño como al perro se les debe dar un descanso cada vez que cualquiera de ellos empiece a mostrar signos de estrés. Dale a tu perro juguetes interactivos cuando necesite estar solo en otro lugar, para que no sienta que está castigado.

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Fomenta los juegos seguros

La elección de los juegos que los niños y los perros pueden practicar juntos es otra parte fundamental.

  • Por lo general, un buen juego para perros y niños puede ser el de “búsqueda”, ya que las acciones del niño y el perro son independientes en este juego.
  • Con el juego del “lanzamiento” también se consigue cierta independencia entre ambos, ya que el perro tiene que sostener el juguete y el niño puede usar un lanzador para mantener las manos secas y limpias durante el juego.
  • Sin embargo, los juegos como el "tira y afloja" pueden provocar mordeduras accidentales si el niño y el perro intentan agarrar la misma parte del juguete.
  • Los juegos de “persecución” tampoco son una buena idea ya que es fácil que el niño sea derribado por el perro.
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Protege a tu perro

Si tienes un perro pequeño o frágil, no sólo debes preocuparte por los niños, sino también por la seguridad del perro. Los niños no son tan gentiles como los adultos, debido a la falta de control motriz. Otro aspecto es la falta de empatía, muchas veces les cuesta comprender que algo que hiere a uno mismo también puede hacer daño al animal.

Además, debido a su tamaño y apariencia, los perros pequeños también pueden parecerse mucho a juguetes de peluche para los niños. Por desgracia, a los perros pequeños se les puede hacer mucho daño cuando se los manipula bruscamente. Incluso los perros más grandes tienen zonas sensibles como las colas, orejas y ojos, donde no se necesita mucha fuerza para causar mucho dolor, o incluso un daño permanente.

En conclusión, cuando se trata de niños y perros, nunca se es demasiado cuidadoso. ¡Recuerda que no solo debes enseñar a los niños cómo tratar a los perros, sino también supervisar todas las interacciones!

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