Siempre envidié la vida del humano… hasta que el humano envidió la vida de las mascotas.
Día 73
Llevo desde el lunes sentado en una terraza de bar con Mateo. ¡Este señor lo ha cogido con ganas! Dice que hasta que no pruebe todo los platos de la carta de tapas no dejará de ir. También dice que lo hace por dar apoyo al comercio local, que son tiempos de solidaridad, pero a mí me da que a Mateo, más que ser solidario, lo que le gusta es apoyar codo (una aptitud que nunca vi en él). Al final, como siga así, va a ser como Jesucristo y será capaz de convertir el agua en vino. ¡LO QUE NOS FALTABA!
Por la tarde, fuimos Mateo, Sonia y yo a casa de los padres de Sonia y llevábamos un montón de tiempo sin ir. ¡Me puse súper contento! Tan contento, que no me pude aguantar el pipí y tuve que hacerlo en los geranios de la señora Amparo...
Le puse cara de lo siento, y es increíble esto de pasar tiempo sin vernos, ¡no me dijo ni pío! ¡Qué fantasía! Tengo un cheque en blanco en esta casa y hay que aprovecharlo.
Día 74
No sé si os lo he contado ya, pero nuestro amigo Mateo es un forofo del fútbol. ¿Que cómo ha sobrevivido esta cuarentena sin fútbol ni bares? Ni él lo sabe... El ser humano es impredecible, siempre sorprende.
Y ahora que lo bares vuelven a abrir, ya solo queda que vuelva La Liga para que Mateito vuelva a ser mi chico de siempre y que en nuestros paseos me cuente los resultados de la jornada hasta de segunda b. Que sí… que algo me ha contado de la liga bielorrusa y alemana… ¡Pero chico qué nombres, no había quien se enterara! Y qué os voy a contar… ¡hasta echo de menos la voz de Manolo Lama!
Pero, he de confesaros algo, a mí el fútbol no me va mucho. Yo soy más de pesca. ¡Ojo cuidado! No te despistes Pepo...
Día 75
¡HOY HE HECHO UNA FIESTA PERRUNA!
Aprovechando la fase 1 Mateo y Sonia están todo el día fuera visitando a la familia y en terrazas, así he decidido que Semana del 22.05.2020 al 31.05.2020 esta vez manda mi cola y he empezado a ladrar por la terraza a todos mis amigos para montar un pequeño, pero intenso, piscolabis en casa por la tarde.
He invitado a marcas TOP: Dogzilla, True Origins, Nath… y lo hemos pasado increíble. Han venido todos los del barrio; NAPO, un husky siberiano de 12 años de carácter fuerte; ABEL, un labrador retriever que siempre está de guasa; MARTA, una collie de pelo largo que suele salir pocas veces y que por fin ha podido venir; el joven chihuahua VARELA, del vecino de enfrente (a este no le conozco tanto pero ¡hay que integrar a todos!); CHUMI, un pequeño bulldog de malas pulgas; TANIA, una dálmata aventurera 100%; y por supuesto mi PATRI, que es una cavalier king… ¡la mejor! Y estos son solo algunos, porque vinieron tantos, que no tengo diario suficiente para apuntarlos a todos.
Comiendo y bebiendo se nos ha hecho súper tarde. Hemos recordado viejas historias de cuando éramos una pandilla y cómo hemos cambiado ahora que cada uno tiene su vida y sus dogbligaciones… Entonces, en ese momento, he aprovechado, sacado valentía y lo he dicho:
‘’TENGO CITA PARA ESTERILIZARME’’
Acto seguido hubo un silencio, y todos empezaron a aplaudir y a dar la enhorabuena, creo que me sentí el perro más afortunado del mundo por tener estos amigos. ¡Tranquila Patri, mi virilidad seguirá intacta, no como la de Mateo que es dudosa e irregular!
Querido lector...
Mi aventura ha llegado a su final. Han sido muchas semanas muy divertidas e intensas, pero ahora mi familia me necesita más que nunca. Mateo no da pie con bola y Sonia está al límite; parece dulce pero como tenga el día fallero te arrima un tortazo que te gira la cabeza como el pitorro de una olla exprés. Ahora mi nueva misión es volver a unirlos y cuidar de mi familia como ellos han cuidado de mí hasta ahora.
Hemos pasado momentos muy divertidos juntos; con Pepo, ese pez que me agotó la vida pero que ahora somos “casi amigos”; con Tom el gato de la señora Encarni y mi archienemigo, que durante el confinamiento fue ese policía de balcón que todo el mundo quiere; y por supuesto mi anhelada Patri que ahora podremos estar más tiempo juntos, ¡y quién sabe!, quizá formemos una familia, pero sin cachorros claro, porque en Kivet me dejaron nenuco…
Gracias por vuestra paciencia conmigo y solo espero que haya podido sacaros una sonrisa durante este tiempo… ¡Aunque soy un perro fullero también tengo mi alma de Alex Ubago! Se despide el guerrero Rambo, para afrontar mi propia desescalada.