Yo, yo mismo y una Pandemia: Semana 5

Siempre envidié la vida del humano… hasta que el humano envidió la vida de las mascotas.

Día 28

Siguen sucediendo hechos paranormales:

Hoy bajé al parque como cada mañana, y después de toda la noche aguantando, pues claro, tenía una ganas enormes de hacer caca, así que olisqueé un par de árboles y un par de piedras, y cuando encontré el lugar perfecto para dejar allí una parte de mí ¡PLAS! Qué bien se queda uno, y qué ligero me sentía.

Acto seguido me di la vuelta para contemplar mi obra y... ¿dónde está? ¡había desaparecido! ¡no había ni rastro de ella! Y es que con la cosa de que los jardineros ya no salen a trabajar, el parque cada día parece más un escenario de Parque Jurásico. La hierba está tan alta que apenas puedo ver a más de 1 metro de distancia.

Ya por la tarde estaba en mi cama echando una siesta (porque otra cosa no, pero yo las costumbres no las pierdo) y así como por arte de magia, en ese momento con el ojo medio abierto y el rabo medio dormido todavía, comencé a escuchar muchas voces; no sabía de dónde venían, busqué por toda la casa y nada, pero se seguían escuchando. Al final abrí con el hocico el mini despacho de Sonia y... ¡Wuala! Allí estaba ella sola hablando y todas esas voces procedían de su ordenador. No entiendo nada... ¿Cómo entra tanta gente en una cosa tan pequeña? ¿Y si tienen que hacer pipí? ¿Cómo hacen para olerse el culo allí dentro?.

Rambo kiwoko

Día 30

¡UN MES YA! Han pasado 30 días de confinamiento y me siento el perro más afortunado del mundo, si Rex me deja claro (ese maldito perro policía que jubilarse no lo considera oportuno). El caso, si hago balance, veo que sigo siendo el centro de atención, y aunque estén aburridos, Mateo y Sonia se esfuerzan en jugar conmigo. Los tres nos sentimos mucho más unidos que antes, y eso es lo que de verdad importa.

Así, todo es felicidad absoluta entre los tres… y por eso mismo no entiendo entonces porqué ha llegado a casa hoy UN MALDITO PEZ.

¿Qué es, tu ayudante personal Mateo? ¿Quizá el señorito quiera explorar nuevos horizontes? ¿No es suficiente experiencia bailar borracho en la terraza mientras le ofreces cortésmente tu sinfonía celestial (ironía, claro..) a los vecinos?

Pues sí amigos, se llama “Pepo” y viene a “hacernos compañía” porque “cuantos más seamos más amor hay para ofrecer” palabras textuales de Sonia (ha debido verse el Diario de Noa este finde FIJO).

Me acerco a Pepo y educadamente le ladro “¡Hola buenas! Soy Rambo, encantado de conocerte” y acto seguido me responde acercándose al cristal mirándome fijamente y dice “QUÉ PASA TRONCO” con una voz grave de pez-presidiario mientras se alejaba a su casa-piña de Bob Esponja.

Así de sorpresa, sin esperarlo, ¿cómo os quedáis? Este tiene pinta de creerse un TIBURÓN y no llega ni a NEMO.

Paciencia Rambo paciencia, llevabas mucho tiempo siendo el dueño de la casa, tu Psicólogo te dijo que alguna vez pasaría esto…

Rambo kiwoko

Día 33

Ayer me encontré algo pachucho, sentía que estiraba la pata de un momento a otro. Pobre de mí. Me dolía la tripilla y no podía ni moverme. ¡Ay! Sólo pensaba en volver a ver a mi Patri de mi corazón y que todo volviera a ser como antes. Mateo y Sonia estuvieron a punto de llevarme a Kivet, porque incluso ellos me vieron chungo.

¡Pero hoy ya me encuentro mejor! Creo que solo tenía una sobredosis de dulces y pasteles. Claro, Sonia no ha parado de hacer dulces de todo tipo. Que si torrijas, pestiños, monas de pascua, galletas fitness... Y yo claro, ojo avizor para pillar todo lo que se caía. Interpretando mi mejor papel, ya sabéis, poner carita de bueno para que me dieran más. Pues he acabado malito. Bueno, yo malito y Mateo… casi podría ser el balón de la Eurocopa. Sonia le obliga a hacer doble sesión de Patri Jordán. Mareado lo tiene.

Una cosa está clara, yo a partir de hoy, solo tomaré de mi pienso True Origins. Aunque… supongo que un dulce de vez en cuando... ¡no estará mal!

Rambo kiwoko

Continuará...

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