Desde que en los años 80 se popularizase el yoga en Occidente, esta disciplina tradicional que se centra en la meditación ya forma parte de la vida de millones de personas. Se estima que, en la actualidad, alrededor de 500 millones de personas en el mundo practican yoga, y es por su popularidad a lo largo del globo que las Naciones Unidas proclamaron en 2014 el Día Internacional del Yoga, que se celebra desde entonces todos los días 21 de junio.
Como curiosidad, un día antes, el 20 de junio, se celebra el Yellow Day, el día más feliz del año, una fecha que festeja el buen tiempo, unas mayores horas de luz y cercana a las vacaciones de verano.
Hatha, vinyasa, darma, kundalini… Hay un montón de diferentes tipos de yoga, pero ¿sabías que también puedes hacer yoga con perros? Esta modalidad se llama doga y se está convirtiendo en todo un fenómeno para disfrutar de una sesión de yoga en compañía de nuestra mascota. ¿Te animas a practicar el doga con tu perro?
¿Qué es el Doga?
El doga es una modalidad del yoga cuyas asanas o posturas están adaptadas a los perros. Además, las sesiones son más cortas que las del resto de tipos de yoga, de entre 10 y 15 minutos, e incluyen ejercicios de respiración y de relajación para los perros y posturas específicas para su bienestar.
Si sueles practicar yoga en tu casa y tu perro muestra interés por lo que estás haciendo, puede que el doga sea para vosotros. Sólo necesitaréis una alfombrilla para ti y algo más de espacio para tu perro.
Los beneficios que tiene el doga para tu perro y para ti son muchos, entre los que destacan la socialización, el aprendizaje de la relajación en presencia de otras personas y perros, la mejora de la flexibilidad y la circulación, la relajación de los músculos y, sobre todo, un mayor vínculo con tu perro.
¿Cómo hacer yoga con tu perro?
Puedes empezar haciendo las asanas con las que sueles dar comienzo a tus sesiones de yoga en solitario, pero teniendo a tu lado a tu mascota. A muchos perros les entra tanta curiosidad que imitan las posturas de sus amos. Si tu perro te imita, recompénsale con algunas chuches o snacks para animarle a seguir repitiendo las asanas.
Puedes usar a tu perro como peso extra durante la realización de las posturas estáticas, siempre que este pese menos de 10 kilos. Como comprenderás, levantar a un bóxer o a un labrador mientras intentas relajarte puede ser bastante complicado.
No fuerces desde el principio a tu perro, déjale a su ritmo y céntrate en tus posturas y respiración. La energía que emana de ti la podrá sentir tu perro, así que deja que él tome la iniciativa cuando esté preparado.
Si siente mucha curiosidad y se acerca mucho a ti, trata de ignorarle. Cuando pase un rato, se habrá acostumbrado a tus posturas. Empieza a practicar yoga con tu perro justo después de un paseo, así estará cansado y la energía que le quede la usará para relajarse contigo.
Puede que sea más complicado hacer doga si tu perro es muy activo y enérgico, por lo que tendrás que tener más calma y paciencia, en especial si interpreta tus posturas como invitaciones para jugar o le da por mordisquear la esterilla. Por ello es mejor que el perro esté cansado, así es más fácil que podáis relajaros y no tenga ningún tipo de interrupciones.
Ejercicios de yoga para perros
Recuerda que el doga no es una sesión de yoga al uso, por lo que su duración, como hemos mencionado, va a ser menor, de entre 10 y 15 minutos. Lo más importante es disfrutar de la sesión en compañía, independientemente de que salgan las posturas o no.
Las caricias son una parte importante de esta práctica, pero son de relajación, no para estimular al perro. Cuando vayas a comenzar, empieza con una postura que pueda realizar tu perro, así le será más fácil seguir el ritmo. En algunas ocasiones, las asanas que se vayan a practicar se centrarán en ti, mientras que en otras el protagonista será tu perro.
Estirar los músculos es también importante, no sólo para ti, sino también para tu mascota. Recuerda que ellos también pueden sufrir agujetas, contracturas o lesiones. Estos estiramientos en el yoga para perros son muy básicos para que no sienta ninguna molestia ni le resulte muy complicado realizarlos.
Por último, para finalizar la sesión, se harán unos ejercicios de respiración y relajación en los que puede que se acaricie al perro. Si ellos ven que estás relajado, les dará seguridad y calma y te imitarán. No te olvides de premiar con alguna chuche. ¡La próxima sesión de doga será más fácil de seguir!
Sesión de yoga con tu perro paso a paso
Una sesión de doga comienza acariciando al perro y dándole masajes, primero a lo largo del lomo y luego en las patas, de abajo hacia arriba y de manera suave, como si se amasara pan. Hay que dejar siempre algo de libertad al perro por si no está a gusto y quiere irse.
Paso 1: Postura del guerrero 2
Empieza el calentamiento del cuerpo para evitar lesiones mediante algunas posturas como el guerrero 2, en la que se estira una pierna hacia atrás mientras la otra se sitúa haciendo un ángulo de 90 grados con el suelo. Los brazos se estiran en direcciones opuestas y el torso se alza, inhalando al mismo tiempo.
El perro podrá acompañarte mientras realizas esta postura y así darte algo de ánimos, aunque poco a poco y con la experiencia podrá subirse con las patas delanteras a tu pierna doblada y así estirar su espalda y patas.
Paso 2: Postura del triángulo
A continuación, se puede hacer la postura del triángulo, que consiste en separar las piernas formando un triángulo y bajando uno de los brazos hasta el suelo mientras el otro se sube hacia arriba.
Tu perro se sentirá muy curioso al verte hacer esos ejercicios, así que no te olvides de acariciarle y darle un masaje para animarle a que siga contigo.
Postura 3: Postura de liberación de aire
Si tu perro es de tamaño pequeño, las siguientes asanas son perfectas para vosotros. La postura de liberación de aire se hace tumbada en el suelo, con las rodillas dobladas y apoyadas en el pecho. Cuando las subas, tu perro se podrá colocar encima de tus piernas.
Postura 4: Postura del gato
Otra postura que puedes hacer con tu perro parte de la postura del gato, en la que se doblan las rodillas y se apoyan las manos en el suelo, como formando un cuadrado con la espalda recta. Ahora, se estirará un brazo hacia delante y la pierna contraria hacia atrás mientras se hacen ejercicios de respiración y tu perro se sitúa en tu espalda. ¡Compenetración al máximo!
Otras posturas de yoga con perros
Hay infinidad de posturas y ejercicios que puedes hacer con tu perro, y recuerda que no tiene por qué imitar ni participar en todos, en ocasiones simplemente permanecerá a tu lado haciéndote compañía.
Para que tu perro también se vea beneficiado de los ejercicios de yoga, con las piernas separadas, dejaremos que se acerque para estirarle nosotros sus patas, poco a poco y de corta duración, siempre que esté a gusto y cómodo. Recuerda que, en el momento en el que esté incómodo, es mejor dejarle ir y no obligarle a realizar las posturas.
Algunos perros copian la postura del perro boca abajo, que consiste en formar un triángulo con las piernas hacia atrás, la espalda estirada y los brazos hacia delante al suelo. Los ejercicios de respiración son fundamentales en esta práctica, más incluso que los ejercicios y posturas, pero lo que más interesa de esta actividad es el vínculo que se crea con tu mascota.
¿Qué beneficios tiene el doga para tu perro?
El doga tiene un montón de beneficios de los que tú y tu perro os podéis aprovechar. Algunos de ellos son:
- Relaja sus músculos.
- Aumenta el vínculo entre perro y dueño.
- Mejora la flexibilidad y circulación tanto del humano como del perro.
- Aprende a disfrutar más de las caricias.
- Socializa de forma más tranquila con otros perros y personas.
Si ya eres fan del yoga y tienes un perro, ¡el doga os encantará! Ya conoces todos los beneficios que tiene para ti y tu mascota. ¿Por qué no le das una oportunidad?
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