VILMA es una jovencita que con ocho meses terminó encerrada en una perrera. El tiempo pasó y nadie se interesó por ella; dos años después, ella seguía ahí, pasando su vida entre el chenil y el patio, sin todo lo que tanto a ella le gusta: largos paseos, caricias, mimos y buena compañía. Afortunadamente, su historia conmovió a una persona que la sacó de la perrera y acogió en su casa, pero esa persona tiene que volver a su país por lo que en breve no podrá seguir acogiéndola. Pero no podemos dejar que VILMA vuelva un chenil, esta vez sería aún más difícil que la primera vez, porque ahora sabe lo que es un hogar... Por su aspecto y carácter, creemos que puede ser mestiza de labrador, y su tamaño es similar, unos 24 kgs. Es una perra prudente y un poco tímida. Es buenaza, agradecida y muy cariñosa. Es sociable con otros perros y también con gatos. Busca adopción responsable con contrato y seguimiento. Está en Barcelona, pero en caso de adopción puede viajar a otras provincias. Si los adoptantes no pueden desplazarse, una empresa especializada puede realizar el traslado.