Había una vez un gatito muy  aventurero , que cuando se vio abandonado en la calle y puesto que en ninguna colonia era aceptado, desarrolló una pasión muy peculiar: subirse a los motores de los coches para viajar por la ciudad. Cada día, escogía un coche diferente, se acurrucaba entre los cables y el metal caliente, y dejaba que el motor lo llevara a nuevos lugares, intentando volver a su hogar. Sin saber el peligro que corría, disfrutaba de sus viajes. Un día, mientras dormía plácidamente en el motor de un coche, el vehículo arrancó y  quedó atrapado. El coche llegó a su destino y el dueño, al escuchar unos maullidos extraños, levantó el capó y encontró al pequeño aventurero asustado.  Con mucho cuidado y paciencia, lograron sacarlo, y, al ver al gatito, sucio y un poco desaliñado, pero con una expresión de agradecimiento en sus grandes ojos, no pudieron evitar hacerse cargo de él y ayudarle a encontrar un nuevo hogar. "¿Cómo te llamas, pequeño aventurero?"  "¡Debe tener un nombre digno de su valentía!", y aún hoy sigo intentando descifrar el por qué me pusieron Tangui Poti....pero bueno estoy a salvo y se lo perdono . Tengo poco mas del año y soy valiente ,curioso, cariñoso y busco mi familia definitiva. Eres tú? elarcadenoecordoba@gmail.com