Milo es un gato de aproximadamente 2 años que fue encontrado en muy mal estado en la puerta de una compañera. Estaba desorientado, tambaleándose y con signos de haber sufrido un golpe en la cara, posiblemente por un atropello. Maullaba pidiendo ayuda, visiblemente dolorido y débil. A pesar de su estado, fue acogido con mucho cariño en un cuarto de baño, donde lleva ya más de 12 días recibiendo cuidados y medicación. Gracias a esa atención, Milo ha mejorado notablemente. Aunque aún está delgadito, ha demostrado unas ganas enormes de vivir y es un gato muy bueno y agradecido. En breve será castrado y se encuentra en adopción urgente, ya que no puede seguir mucho tiempo más encerrado y no tenemos un espacio seguro para él con otros gatos. Milo necesita una familia que lo ame y le dé la oportunidad de vivir la vida que merece.