La sacamos de la perrera junto a sus bebés en muy mal estado, súper delgada y muy triste. Sus bebés salieron adoptados y como pasa siempre, ella se ha quedado en la residencia sola ya 100% recuperada. Es muy muy buena, al principio un poquito tímida, sociable (se puede testar con gatos), patosa, comilona y juguetona, en la residencia se está comportando muy bien, de forma tranquila y está aprendiendo muchas cositas, como por ejemplo a pasear con la correa que ya va mucho mejor y en el coche va súper bien. Respecto a su tamaño aunque es mastina, consideramos que realmente es tamaño mediano-grande, no es una perra tan grandísima como un mastín. Gina, puede vivir en cualquier lado, no necesita por ser mastín vivir en una finca o un campo... está en Sevilla y puede viajar.