Solo mirar a KULUMA es suficiente para entender que su vida no ha sido fácil. Él es sólo un jovencito, pero ya sabe lo que es estar encerrado en una perrera. Su desesperación por salirse de los cheniles donde vivía encerrado, le han hecho heridas y le han dejado marcas. KULUMA ya había perdido la esperanza de salir de allí y su tristeza se reflejaba en su cara; pero un día, una buena persona le sacó de allí. Lo hizo sin tener medios ni espacio para tenerle, pero tenía claro que no podía dejarle... Ahora KULUMA está fuera pero con una situación muy complicada. Necesita urgentemente encontrar una familia que le adopte. Él es un gato superagradecido y buenazo, tiene un carácter maravilloso y sólo quiere, por fin, tener un hogar. Es muy cariñoso. Apto con perros y con otros gatos. Es negativo en leucemia e inmunodeficiencia felina, está desparasitado, chipado, vacunado y castrado. Está en Madrid pero puede viajar a otras provincias. Busca adopción responsable con contrato y seguimiento.