Estado muy crítico. Delgada, muy triste, apagada, huraña y desconfiada. Y motivos tenia. En la revisión veterinaria diagnosticaron una infección de matriz muy avanzada. Había que operar de urgencia. La cosa no quedó ahí, ya que el día de la cirugía se pudo comprobar que además tenía perforación del útero y peritonitis. Las analíticas también revelaron que era positiva a leishmania.  Una vez resuelto todo esto y con el tratamiento para la leishmania, su carácter ha cambiado totalmente.  Ahora es una perra feliz, le encantan los mimos y jugar con los otros compañeros del refugio. Aproximadamente tendrá unos ocho años, solo le queda encontrar una familia que la quiera y este dispuesta a compartir su vida con ella.